La Línea directa canadiense contra la trata de personas se esfuerza por respetar las normas éticas más estrictas en materia de confidencialidad. Toda comunicación con la Línea directa es estrictamente confidencial de acuerdo a la ley.
La Línea directa no divulga ninguna información sobre una persona que llama, ni siquiera a las fuerzas del orden o a los proveedores de servicios, y no confirmará si una persona específica ha llamado o no ha llamado a la Línea directa, a menos que la persona que llama proporcione a la Línea directa su consentimiento explícito. La Línea directa informará a las autoridades competentes acerca de las situaciones de su llamada que hagan referencia a la sospecha de abuso de un menor, y posibles daños a la persona que llamo o a otras personas, o situaciones en las que la ley requiera que la línea directa divulgue.
Las personas que llamen a la Línea directa no necesitan proporcionar su nombre ni ningún detalle de identificación sobre su situación, a menos que se sientan cómodos haciéndolo. Si la persona que llama desea denunciar un dato de forma anónima, la Línea directa protegerá su anonimato cuando comparta información sobre un posible caso de trata de personas y no será divulgado a las autoridades competentes.
Las llamadas a la Línea directa canadiense contra la trata de personas no se graban. En raras circunstancias, la Línea directa utilizará el identificador de llamadas cuando se crea que la persona que llama está en peligro inminente y esta información sea necesaria para garantizar su seguridad inmediata.